Desde que Goodyear crease el primer traje de baño tal y como lo conocemos hoy (o parecido, más bien) a mediados del siglo XIX, esta prenda ha evolucionado de diferentes maneras en función de la época, las modas o las necesidades (e incluso la censura).
Ese primer modelo, de una pieza que cubría todo el cuerpo (de hombros a pies), nació por la necesidad de encontrar una prenda que no se cayese al mojarse y que fuera relativamente cómoda.
Hasta el primer tercio del siglo pasado, el traje de baño masculino seguía siendo entero, tapando el pecho. Pero en la década de los 30 ya empezó a verse una versión más acorde con lo que tenemos hoy: un pantalón corto, sin más. Poco a poco fue evolucionando y jugando con nuevos tejidos que permitían un secado ultrarrápido, con diferentes longitudes (desde los que ocultaban simplemente las partes púdicas hasta los casi tobilleros, a lo Rafa Nadal en sus inicios tenísticos). En definitiva, ya es una prenda más que se ha ido amoldando a las tendencias y usos sociales y, como tal, podemos encontrar mil colores, estampados, motivos, patrones, tipos de cierre y demás variaciones. ¡La lista ahora es infinita!
En Fulham apostamos por una mezcla de estilos, desde los más clásicos, con estampados originales, hasta los más surferos, de colores flúor muy llamativos. Marcas como Hartford, Sundek, MC2, Breuer, Jerry St. Tropez, Jott, North Sails o Scotch & Soda tienen cabida en esta gran variedad de estilos. ¡Feliz baño!